La situación del futuro Centro Sociocultural del POM 19 facilitará la conexión de programas de proximidad con otros de mayor escala, si se atiende a su alto grado de accesibilidad. Para dar fuerza a esta idea será necesario tener muy en cuenta la zona verde lineal anexa a la Avenida de La Mancha, que se propone tratada mediante un pavimento que permite el paso de vehículos y que la vincula a una plaza cubierta (resultado del vuelo y retranqueo de la planta baja) y al patio trasero del edificio, como si de un brazo de espacio público se tratase.
La solución que se propone en planta baja procura así mantener un espacio transparente y diáfano a través de un cerramiento de vidrio doble, razón por la cual se propone el retranqueo de la línea de fachada una distancia de 5 m, constituyendo una prolongación del espacio público. Se potenciará de esa manera el juego de visuales cruzadas desde el exterior del edificio hacia el patio interior, un juego del que no serán ajenos los vestíbulos de acceso y los usos más vinculados a la calle, de la que se convertirán en una prolongación natural.
En el resto de plantas, dado el carácter versátil de los programas exigidos y del requerimiento espacial tan diferente, hemos optado por centralizar todas las comunicaciones verticales, aseos y otros servicios necesarios, en dos núcleos. De esta manera optimizamos circulaciones, liberamos espacio para compartimentar de manera diferente según casos y mejoramos los recorridos de las instalaciones (mayor registrabilidad y menor coste económico). Además, en cada nivel, una serie de patios perforan el volumen edificado, acompañando el ritmo de las aulas y el resto de espacios interiores. Se pretende con esta operación que los espacios exteriores generados (o vacíos) se incorporen al conjunto de las áreas de trabajo alargando las visuales y proporcionando quietud, luz y ventilación natural.
La consideración de la fachada como piel: Las fachadas sur y este se materializan mediante una doble piel, vidrio y un sistema de lamas de tablero fenólico para paliar el fuerte soleamiento del verano. La fachada oeste se soluciona con una piel de vidrio y se protege a poniente con una fachada vegetal, resultado de plantaciones de hiedra que discurren por un entramado de valla metálica que nace del único muro medianero del solar.