Nuestra propuesta consta de una planta bajo rasante, planta baja y planta primera. Los niveles superiores son los más densificados ubicándose allí el grueso del programa sanitario. Toda la propuesta se articula mediante un gran patio central que perfora este volumen, proporcionando luz natural, ventilación, miradas cruzadas y una relación entre las partes del conjunto, a nuestro juicio, necesaria y muy deseable.
El acceso principal al edificio se produce mediante el gran patio central, mientras que el acceso a urgencias se reserva a la zona este del solar, logrando asi independizar el edificio funcionalmente. Esta apertura central, además de facilitar el acceso, nos sirve para articular el edificio con la trama urbana mediante un espacio público ajardinado y arbolado, que nos ayuda además a dotar de la accesibilidad requerida en este tipo de equipamientos desde la pricipal vía adyacente. Las actuaciones que llevamos a cabo para reforzar esta relación con el tejido existente, además de la mencionada accesibilidad son las que siguen:
-La triangulación de la cubierta del edificio, consiguiendo de este modo un diálogo con las edificaciones existentes y con la arquitectura más tradicional de la zona.
-El patio del acceso principal, que se configura, además, como continuación de la Calle Ramón y Cajal y como espacio público de relación.
-Por último, la envolvente de nuestra propuesta se materializa con una piel de hormigón cerrada hacia el exterior y horadada con ventanas de 0,60 m de anchura y prácticamente toda la altura, garantizando una buena entrada de luz y la privacidad necesaria para las exploraciones sanitarias.
Como conclusión destacar que la solución formal adoptada pretende entrar en relación con la edificación existente típica de la región, aunque desde un punto de vista contemporáneo. Por este motivo la planta baja asume un carácter más público agrupando los usos comunes y se materializa con un aspecto más pétreo y pesado, tal y como sucede en los edificios públicos del entorno. Por el contrario, la parte del programa más residencial se pretende mimetizar con las viviendas del entorno al resolverse mediante unas piezas de color blanco, que protegen del soleamiento sus numerosos huecos de fachada mediante celosías de lamas de madera.